miércoles, 1 de enero de 2014

La esperanza

Hoy me he dado cuenta de lo importante que es la esperanza. Y no porque de repente la haya necesitado o la haya incluso encontrado, sino porque estaba recordando una conversación de hace unas semanas, y hoy he apreciado lo realmente importante que es. En esa conversación comentábamos los momentos buenos y los momentos malos que todas las personas tenemos en ocasiones, y cómo solemos hacer para superar los malos. Y los dos estábamos de acuerdo (teniendo en cuenta también nuestra propia experiencia personal) en que si uno se fija más en los buenos, o en las cosas buenas que hay a nuestro alrededor (que seguro que hay!), los malos se hacen mucho más llevaderos.
Pues uno de los anhelos que nos hacen ver esas cosas buenas por encima de las malas (o "no tan buenas"), es la esperanza.
Cuando está de nuestro lado, o mejor dicho, cuando conseguimos que nuestra actitud ante la vida sea tratar de superar los momentos difíciles y luchar por avanzar en busca de algo mejor, convencidos de que lo vamos a lograr, entonces estamos de enhorabuena: nos sentimos capaces de todo. Y no sólo eso, sino que además nos mantenemos en pie frente a la adversidad con mucha más fuerza. 
Cuando trabajamos constantemente para que se cumplan nuestros deseos y proyectos, cuando "sabemos" que lo lograremos, confiamos más en nosotros mismos y nos sentimos mejor. Y lo hacemos todo mejor.
Así que me ha parecido buena idea reflejar todo esto aquí, y aprovechar para animarte a tí directamente a que busques tu esperanza que te dé ánimos para seguir adelante...
"Espero" que sea así...

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cómo enseñar a andar en bici a un niño

Voy a explicar cómo enseñar a andar en bici a un niño, en una bici normal, de pedales, pero sin ruedines. Yo enseñé a mi hijo en una bici sin pedales primero, y luego le pasé a una con pedales, pero sin ruedines directamente (sin esas ruedas pequeñas que les ayudan a no caerse hacia los lados).
Voy a intentar explicarlo para todos aquellos padres o madres que se acercan por primera vez al mundo infantil de la bici, que es cuando a todos nos han surgido dudas. Espero que te sirva de ayuda.

Empezaré con un esquema de los pasos que seguí yo, y luego te los explicaré con más detalle:

Pasos para aprender a andar en bici sin ruedines:

1º)  darle al niño una moto correpasillos (que no funcione con batería) y que aprenda a empujarla con los pies.

2º)  cambiar a una bici sin pedales (y sin ruedines). Cuando ya maneje perfectamente la moto correpasillos, le daremos una bici sin pedales.

3º)  cambiar a una bici con pedales  (y sin ruedines). Al igual que en el paso 2º, cuando maneje perfectamente la bici sin pedales, pasaremos a una con pedales. Ahora lo único que le falta por aprender es pedalear sobre dos ruedas.


Preguntas que podemos tener antes de empezar a enseñar a un niño a andar en bici:

-¿Cuándo empezar a enseñar a mi hijo o hija a andar en bici?  Aunque hay consejos para todos los gustos, hoy día se está extendiendo la bici a una edad cada vez más temprana. Es común que hacia los 3 o 4 años ya empiecen con la bici.
Yo creo que cuanto antes empiecen, mejor, así que si tu hijo o hija quiere aprender porque ve a otros niños o porque le gusta la velocidad, adelante!
-¿Qué bici es mejor utilizar, con ruedines o sin ellos?  También aquí hay opiniones muy diferentes, y también aquí vemos que cada vez hay más niños que aprenden sin ruedines. Yo creo que el aprendizaje del equilibrio lo consiguen mejor sin ruedines, y que en general, aprenden a una edad más temprana y en un tiempo menor, sin ruedines.
-¿Qué es necesario que aprenda antes de empezar en la bici de pedales? Como la bici de pedales exige equilibrio y coordinación, antes de pasar a la bici con pedales es necesario que haya aprendido a andar en una bici sin pedales, o al menos (si tu hijo es habilidoso sobre dos ruedas) en una moto correpasillos como las que vemos en los parques.
-¿Me cuesta más esfuerzo a mí como padre o madre enseñar a mi hijo/a en una bici sin ruedines? Sí, exige que vayamos acompañando al niño al principio, mientras aprende a pedalear, y una vez que ha aprendido, mientras no tenga habilidad suficiente. Pero veremos que no es tanto como parece, y cuando lo consiga, se nos olvidará porque estaremos celebrándolo con él o ella.


Pasos para aprender a andar en bici sin ruedines:  Explicación:

1º)  darle al niño una moto correpasillos (que no funcione con batería) y que aprenda a empujarla con los pies. Se trata de aprender a mantener el equilibrio (con las ruedas anchas que tienen, les resulta muy fácil). Aprenden ellos sólos, viendo a otros niños y probando ellos mismos. Puede que necesiten alguna ayuda del adulto, pero suele ser mínima. Y aprenden a frenar con las punteras de las zapatillas.
.Requisito: es necesario que llegue a apoyar los dos pies a la vez en el suelo, para que tenga confianza suficiente, y además por seguridad.
.Edad ideal: entre 15 y 24 meses.
.Tipo de moto: cualquiera, porque son muy parecidas. Como la mayoría son de plástico y a veces sólo cambia la marca o las pegatinas, no es necesario gastarse mucho dinero: en torno a 30 € en los comercios o hipermercados.


2º)  cambiar a una bici sin pedales (y sin ruedines). Cuando ya maneje perfectamente la moto correpasillos, le daremos una bici sin pedales, que, al tener las ruedas más estrechas y al ser más altas, le exige adaptarse a una configuración nueva, y le exige mejorar el equilibrio y la coordinación. La idea es la misma que con la moto, que aprenda a empujarla con los pies, y sobre todo, que conduzca una bici más difícil de manejar. Suelen necesitar más ayuda que con la moto, pero si el niño llegó a dominar la moto antes de pasar a este tipo de bicis, no va a ser necesario que le ayudemos demasiado, tan sólo los primeros días, hasta que se acostumbre a las ruedas estrechas y al nuevo vehículo.
.Requisito: igual que con la moto, el niño debe poder apoyar los dos pies a la vez en el suelo, sobre todo ahora que le va a resultar más difícil aprender. Así gana confianza, y gana también en seguridad.
.Edad ideal: entre 2 años y 3 años.
.Tipo de bici sin pedales: aquí sí hay bastante variedad. Para aprender en este tipo de bici, en principio cualquier tipo vale, con tal de respetar el requisito anterior de apoyar los dos pies a la vez en el suelo. Los precios aquí oscilan bastante, y las calidades también, pero ya desde 40 €  (en las grandes superficies y comercios) hay bicis sin pedales que tienen buena calidad.

Ahora bien, si queremos que la bici sea realmente segura, deberemos fijarnos en dos puntos importantes: los frenos y las ruedas.

        Frenos: aunque hay bicis de este tipo que no llevan frenos (los niños frenan con la puntera de las zapatillas, como en las motos correpasillos) y al principio no irán muy deprisa, cuando vayan ganando confianza y "pilotando" cada vez más rápido, sí echaremos en falta un buen freno. Hay algunas que llevan un sólo freno en la rueda delantera, pero si el niño no dosifica bien la fuerza que aplica al freno, puede derrapar y caerse fácilmente. Por eso es aconsejable que lleve un freno en la rueda trasera, ya que en caso de que aplique mucha fuerza al freno, derrapará, pero le será más fácil controlar el derrape en la rueda trasera (y cuando domine la técnica, llegará a incluso a provocarlo él mismo por diversión).
-Hay algún modelo de bici con dos frenos (en ambas ruedas, delantera y trasera), que es incluso más seguro (aunque suelen ser más difíciles de encontrar).
-Así que si queremos evitar accidentes cuando vayan rápido por cuestas muy inclinadas (que por mucha vigilancia de los adultos, al final alguna acabarán bajando...) y evitar tener que comprar otra bici con freno cuando ya hayan aprendido a correr rápido con esta bici, es aconsejable comprar una bici con freno en la rueda trasera desde el principio.

            Ruedas: también hay varios tipos de ruedas, pero unos sencillos trucos te indicarán cuáles son más recomendables.
-Ruedas de goma:  las más duraderas y que más agarran al suelo. Las puedes distinguir porque tienen igual tacto que las ruedas de las bicis de adulto al ser de caucho, porque el dibujo de la banda de rodadura (la parte que contacta con el suelo) es bastante profundo (muy similar a las ruedas de adulto), y porque llevan válvula para inflarlas, ya que van llenas de aire. El único inconveniente es que hay que hincharlas de vez en cuando, y que pueden pincharse en terrenos con muchas piedras pequeñas o con vegetación con espinas (sobre todo si no tienen la presión suficiente).
-Ruedas macizas de espuma  (espuma E.V.A.):  Las puedes identificar porque tienen el tacto de una espuma densa (del tipo que se usa en colchones, asientos de sofás, pelotas blandas para los niños pequeños, etc), el dibujo de la banda de rodadura no es muy profundo, no llevan válvula porque son macizas, y si las aprietas con un dedo se hunden con relativa facilidad. La ventaja es que no tienen mantenimiento, ya que no hay que inflarlas ni se pueden pinchar. A no ser que reciban un golpe fuerte o se sometan a una fricción intensa (que sí las rompería en trozos), no se deteriorarán. Son ruedas que se desgastan más fácilmente que las de goma, y que agarran menos al suelo,
pero para el uso que estamos tratando aquí, de aprendizaje temporal sobre una bici que va a usar el niño durante no más de 2 años sobre terrenos generalmente lisos, son la opción más aconsejable.
-Ruedas estabilizadoras o giroscópicas: este tipo de ruedas es relativamente nuevo y no las he probado directamente ni conozco a nadie que haya aprendido sobre ellas, así que no tengo una opinión que compartir contigo sobre ellas. De todas formas, como la bici que usará el niño cuando ya haya aprendido será igual a la de un adulto, o sea sin ruedas giroscópicas, es más eficaz si aprende desde un primer momento con las mismas ruedas convencionales.

.Hay bicis de tres ruedas que se venden como tales, pero eso ya se considera triciclo y tiene estabilidad por sí sólo, así que no entran dentro de la categoría que estamos hablando aquí.
.Hay algunas bicis para niños con un sistema especial de pedales que se acoplan al cuadro (se venden por separado), para cuando el niño vaya a aprender con pedales. No son una mala opción, pero los pedales suelen costar casi tanto como la propia bici. Además, teniendo en cuenta que los niños crecen, para cuando le ensartemos los pedales a esa misma bici es probable que se le haya quedado pequeña (tropezarán sus rodillas contra el manillar al pedalear...), con lo cual, y siempre que se pueda, es aconsejable cambiar a una bici con pedales más grande que la anterior sin pedales.

.Precaución: con estas bicis sin pedales, se alcanza mayor velocidad que con las motos correpasillos, por eso es conveniente que aprenda primero en suelos poco inclinados, antes de lanzarse por los mismos sitios que bajaba a toda velocidad con la moto correpasillos. Los niños suelen confiarse demasiado en este sentido, así que la vigilancia será mayor. Si se cae con frecuencia y le coge miedo, no querrá montar más y después nos costará que vuelva a confiarse con esa bici. Si lo vemos necesario, podemos ponerle casco, ya que no es difícil encontrar tallas pequeñas hoy día, y así se va acostumbrando a llevarlo, por lo que no nos costará tanto que se lo ponga cuando vaya siendo más mayor.


3º)  cambiar a una bici con pedales  (y sin ruedines). Al igual que en el paso 2º, cuando maneje perfectamente la bici sin pedales, pasaremos a una con pedales. Ahora lo único que le falta por aprender es a pedalear sobre dos ruedas. Muchos niños ya sabrán pedalear en un triciclo, pero la mecánica de los pedales de una bici es diferente (y también el equilibrio sobre 2 ruedas), así que tendrán que aprender algo nuevo. Eso sí, no suelen tardar mucho tiempo, porque lo más difícil, que es mantener el equilibrio sobre 2 ruedas estrechas y no tener miedo a caerse, ya lo habrán conseguido, así que sólo falta la parte más fácil.
Aún así, hay que tener en cuenta que al niño le resultará más fácil si aprende "empezando por el final" , o sea:

1- cuando montemos al niño por primera vez en la bici con pedales, le iremos empujando suavemente y acompañando (agarrando el sillín por detrás y el manillar), mientras le decimos que intente dar a los pedales. Al principio no le saldrá, o le saldrá en 2 de cada 10 intentos, pero según vayan pasando los días, veremos cómo mejora.
2- cuando ya recorra un trayecto medianamente largo (unos 100 metros) con nuestro apoyo pero con soltura (manteniendo el equilibrio casi sin ayuda), iremos soltando poco a poco el sillín (sin que él lo sepa, para que no le invada el miedo a caerse). Cuando ya vaya totalmente solo durante esos 100 metros, lo podemos celebrar con él o ella de forma especial.
3- lo último que le enseñaremos es a iniciar el pedaleo desde parado. Para ello le diremos primero que coja velocidad empujándose con los pies en el suelo él sólo, (como hacía con la bici sin pedales), y que en ese momento empiece a pedalear. Esa velocidad (aproximadamente la de un adulto caminando) le ayuda a mantener el equilibrio durante el tiempo que tarda en fijarse dónde están los pedales y en empezar a pedalear. De esta forma evitamos que se caiga cuando está iniciando el pedaleo, que suele ser un momento de especial tensión porque surge el miedo a caerse.
De aquí a iniciar el pedaleo como hacen los adultos, tan sólo tardarán unos días: se trata de mantenerse apoyados con un pie en el suelo (con el pie dominante, derecho o izquierdo, según seas diestro o zurdo) y elevar el pedal de ese lado hasta una altura que resulte cómoda para empezar a pedalear.

.Requisito: el mismo de siempre, apoyar los dos pies a la vez en el suelo. Ahora más que antes, el niño necesita la seguridad del apoyo firme en el suelo, por lo que procuraremos que apoye al menos la mitad del pie (de los dos pies a la vez) en el suelo.
.Edad ideal: de 2 años y medio a 5 años.
.Tipo de bici con pedales: aquí también hay mucha variedad en calidades y en precios, por lo que el criterio a seguir será el presupuesto que se puede gastar, y que no sea una bici demasiado grande para el niño (que no sea demasiado alta para que pueda apoyar los dos pies a la vez en el suelo). Desde 50 €  las podemos encontrar en grandes superficies.


Preguntas que pueden surgir en este momento:

-Si mi hijo o hija no quiere montar en bici, ¿le obligo?
Como es una actividad lúdica y como no necesitan aprender a andar en bici en un momento concreto, siempre es mejor no obligarles, ya que si se sienten obligados no querrán subir a la bici, y luego nos costará mucho que quieran cogerla por propia iniciativa, que es lo que se pretende. Mi hijo sólo cogía la bici por iniciativa propia cuando veía a otros niños montando en bici, así que aprovechaba esos momentos (en que no tenía que insistirle) para enseñarle.

-Si mi hijo tiene más de 5 años y quiero empezar a enseñarle, ¿puedo hacerlo con una bici sin ruedines aunque no haya montado nunca en bici?
Pues sí, y en ese caso sería conveniente seguir los pasos 2º y 3º que he explicado más arriba. Así, podríamos saltarnos el paso 1º y empezar directamente con la bici sin pedales, ya que si su desarrollo está en la media y tiene destreza suficiente, no tendrá grandes problemas para aprender con ella. A esas edades el equilibrio está bastante desarrollado, y ya no suele haber tanto miedo a caerse.
Además, en algunos comercios puedes encontrar bicis sin pedales de mayor tamaño, que se puedan adaptar mejor a la altura de tu hijo o hija.
Siendo su primer contacto con el mundo de las dos ruedas, puede que tarde más tiempo en avanzar al paso 3º  (más que si hubiera empezado desde pequeño con la moto correpasillos), pero el aprendizaje del equilibrio y la coordinación lo alcanzará igualmente. 

-Si no tengo tiempo de seguir todos estos pasos, ¿puedo saltarme alguna etapa?
Si no tienes tiempo para seguir todos estos consejos, es preferible que busques una época en la que sí tengas tiempo para ello (días libres, fines de semana, vacaciones,...) a saltarte alguna etapa y que el niño no esté preparado para ella y le coja miedo a andar sobre dos ruedas.
A la hora de aprender, es aconsejable esperar más tiempo (y que aprenda "tarde"), que acortar alguna etapa y empezar cuando todavía no está suficientemente desarrollado o cuando todavía no ha aprendido las habilidades necesarias, ya que podría rechazarlo en ese caso, y negarse a aprenderlo durante un tiempo realmente prolongado.
Aunque nos parezca "tarde" para que aprenda algo, quizá no sea tan tarde, porque luego le resultará muy fácil y aprenderá en menos tiempo.


Cómo enseñé a mi hijo:

Por si te sirve de referencia, te diré que yo seguí los 3 pasos que te he explicado más arriba, y él aprendió sin ninguna dificultad ni retroceso. Tampoco tuvo miedo a la parte "negativa" del aprendizaje (caídas, golpes, temor a que algo no le saliera bien...).
La secuencia de tiempo fue más o menos así: teniendo en cuenta que tenía un desarrollo físico medio,  él empezó con la moto correpasillos a los 18 meses, con la bici sin pedales a los 2 años y medio, y con la bici de pedales a los 3 años y medio. Con esta bici de pedales tardó unos 7 días en ir solo durante un trayecto largo (unos 100 metros), y otros 15 días en terminar de aprender a iniciar el pedaleo desde parado.
Me refiero a días en total, no tienen por qué ser seguidos (aunque sí es recomendable que sean lo más seguidos posible), con unos 15 minutos de pedaleo cada día.
Así que se podría decir que completó el aprendizaje de andar en bici sin ruedines a la edad de 4 años. A esa edad manejaba la bici él sólo: iniciaba el pedaleo sin ayuda en todas las ocasiones, andaba trayectos largos sin caerse, frenaba con precisión donde tenía que frenar, etc. Eso sí, accidentes por distracción o por enfrascarse en carreras con otros niños, seguía teniendo (y sigue teniendo todavía hoy), pero eso se tarda más en aprender...

Espero que este artículo te sirva de ayuda, ya me contarás qué tal te fue con tu niño o niña...

sábado, 24 de agosto de 2013

Orgulloso de ser padre

Para estrenar este nuevo blog, quería escribir sobre algo especialmente significativo en mi vida, algo importante, algo simbólico que compartir contigo. Y una de las ideas que desde el principio tenía era escribir algo relacionado con mi hijo.
No quiero caer en el tópico de que "es lo más maravilloso que me ha pasado nunca..."  ni en el mito de que "es la alegría de la vida"... y tampoco quiero aparecer como una persona que tuviera claro desde siempre su "misión" como padre. Porque no sería verdad. También en honor a la verdad, te diré que no descartaba la idea de tener algún día hijos, pero tampoco tenía tenía la idea de tenerlos como una parte esencial y enriquecedora de mi proyecto vital.
Por otra parte, anteriormente había trabajado en sectores relacionados con los niños y la educación: monitor, cuidador de comedor... y eran tareas que me gustaban (siempre que la jornada fuese medianamente buena y sin problemas, claro). De todas formas, tuve buenos maestros y maestras que me enseñaron el "oficio" de forma humana, cercana y a la vez profesional. Quiero decirte con todo esto, que el contacto con los niños no era nuevo para mí, que me gustaba (la parte buena), y que aprendí lo básico de la educación: trato directo y cercano, trabajo con grupos, normas, paciencia, comprensión, mucho trabajo y mucho cariño...
Así que ahí estaba yo, envuelto en todas esas ideas y con toda esa experiencia que estaba acumulando, cuando llegó él. Sí, fue un niño, que de forma inesperada, quería hacerse un hueco en mi vida. Y lo consiguió.
Entonces pude poner en práctica todo lo que había aprendido. Y funcionaba, la verdad. Pero también me di cuenta que a veces me apetece pasar tiempo con él "haciendo nada", simplemente estando juntos, e incluso me apetece "consentirle" y darle caprichos. Algo que antes "desde fuera" veía de otra manera o criticaba, ahora lo veo como un derecho que tenemos los padres. Curioso, ¿verdad?
Y a día de hoy, echando la vista atrás, siento que estoy orgulloso de ser padre, estoy orgulloso de cómo es mi hijo, y estoy orgulloso de cómo está creciendo y madurando. Sigue así, chico!!